Divulgación de arte y cultura
COLISEO PERALTA. MONUMENTO NACIONAL
La afición de los bumangueses por el espectáculo, especialmente por el teatro, que en 1883, cuando don Anselmo Peralta construyó el coliseo, éste podía albergar un público de mil personas sentadas, cuando la ciudad contaba con apenas 20.000 habitantes.
La primera máquina de proyección de cine que llegó a Colombia se accionó desde el patio del Coliseo Peralta en medio de rechiflas porque la película era muda, el empresario de espectáculos venezolano Manuel Trujillo Durán presenta una primera función en Bucaramanga el 21 de agosto de 1897.
En el periódico local El Norte del 27 de agosto se comenta el espectáculo que tuvo lugar en el Teatro Peralta, así como la indumentaria de la nutrida asistencia, con lujo de detalles. Se mencionan los siguientes títulos del repertorio de Edinson exhibidos en las dos primeras funciones: Las señoritas Shalt en el baile de las palomitas, La Serpentina, Elena y Marta con el andarín Carlos y El martirio de Juana de Arco. Todas gustaron mucho, pero la favorita fue La Serpentina, que obtuvo «exclamaciones de entusiasmo y nutridos aplausos», a pesar de que «el señor Trujillo tuvo que suspender su exhibición con gran pena del público porque se reventó la cinta de celuloide donde están las fotografías».
Durante la Guerra de los Mil Días, el Coliseo Peralta sirvió de hospital para los heridos. Una vez pasada la guerra don Emilio Garnica, constructor y teatrista, se puso al frente del Coliseo Peralta, el cual adquirió en propiedad (1919). El público se mantenía ya que la programación del Coliseo Peralta iba desde la representación teatral hasta la corraleja pasando por la riña de gallos, los conciertos de piano, el espectáculo del circo y hasta el patinaje artístico.
Al morir don Emilio Garnica el Coliseo Peralta lo heredó su hijo quien lo vendió a la Sociedad de San Laureano y el Coliseo estuvo a punto de volverse un ancianato, pero sus nuevos dueños no resistieron al encanto del lugar y decidieron conservarlo, pagándole a un celador para que lo custodiara. El celador por su cuenta y riesgo montó en el patio del Coliseo un taller de latonería.
En 1975 el Club Kiwanis, mediante gestión de Dr. Joaquín Casadiego (q.e.p.d), Sr.Jorge Palau (q.e.p.d) y Sr. Hermann Navarro, adquiere el Coliseo Peralta, con recursos del Ministerio de Obras Públicas gestionados por el arquitecto Gonzalo Romero Mantilla, y empieza el largo proceso jurídico de desalojo del latonero celador. Mediante el decreto número 29224 de 1975 el Coliseo Peralta fue declarado Monumento Nacional y restaurado en el año de 1987.
En los años posteriores hacen tránsito por el Coliseo Peralta importantes grupos del teatro mundial: La Candelaria, Matacandelas y Ensamblaje de Colombia, Yuyachkany del Perú, La Zaranda de España, La Tropa de Chile, Avatar del Brasil, así como destacados directores entre los se destacaron el maestro español Angel Facio, el ruso Bimbolat Komalagov, el francés Omer Villeau, el brasileño Paolo Atto y el ecuatoriano Wilson Pico.

